¿Realmente sirven? Mitos y realidades sobre las fajas reductoras

El uso de prendas reductoras se remonta a los siglos XVIII y XIX y han evolucionado hasta convertirse en las fajas que conocemos actualmente.

Las prendas reductoras hechas especialmente para las mujeres hicieron su aparición en los siglos XVIII y XIX con los corsés, que aunque no eran tan cómodos se popularizaron y siguieron evolucionando hasta convertirse en las prendas reductivas que conocemos ahora, las fajas.

Pero.. ¿Realmente sirven para reducir medidas y moldear el cuerpo? Esta interrogante es motivo de debate pues algunas personas le atribuyen casi casi un poder mágico, mientras que otras dicen que son producto de la mercadotecnia y no sirven.

Así que nos dimos a la tarea de investigar los mitos y realidades de las fajas reductoras y esto fue lo que encontramos.

Mitos y realidades sobre las fajas reductoras

De acuerdo con un artículo del New York Times, esto dicen los expertos:

¿Las fajas producen una cinturita permanente?

Falso: María Lombardo, cirujana estética, explica que las células de grasa no se pueden mover ni destruir, así que el uso de fajas lo único que hace es aplastar esa grasa.

¿El sudor focalizado conduce a la pérdida de grasa?

Falso: Como mencionamos previamente la grasa no se puede destruir con la presión y tampoco se puede eliminar del cuerpo a través del sudor. Para lograr deshacerse de la grasa, los expertos recomiendan llevar una dieta balanceada y mantener una rutina diaria de ejercicios, así como mantenerse hidratado.

¿Con la presión de la faja te da menos hambre?

Falso: Muchas personas creen que al usar una prenda que les apriete el abdomen, comerán menos pues se sentirán satisfechos más rápido; sin embargo, la mayoría de estas prendas son incómodas y la gente no las utiliza durante muchos tiempo.

¿El tronco se fortalece?

Verdadero: Una serie de estudios demostraron que funciona únicamente en las personas con músculos debilitados como consecuencia de una operación y que usaron la faja durante varias semanas, los músculos se fortalecieron.

Por el contrario en las personas que no tuvieron ninguna operación previa puede actuar de manera contraria, debilitando los músculos abdominales.

Conclusión

De acuerdo con lo mencionado anteriormente, las fajas reductoras pueden ayudarte a moldear tu figura y reducir medidas mientras las traes puestas, sin embargo una vez que te la quites todo volverá a la normalidad. Si realmente quieres lucir más delgado lo que tienes que hacer es comer balanceadamente, evitar los alimentos con grasas saturadas, evitar las bebidas azucaradas, hacer ejercicio mínimo 30 minutos diariamente y mantenerte hidratado. Recuerda que los productos que te prometen grandes resultados con el menor esfuerzo realmente no funcionan.

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