En el funeral del príncipe Felipe de Edimburgo, los miembros de realeza británica deberán vestir de civil para evitar evidenciar a los príncipes que no tienen derecho a portar el uniforme militar, entre ellos destaca Harry, quien renunció a la monarquía el año pasado.
La ceremonia privada para dar el último adiós al príncipe Felipe será este sábado 17 de abril, en ella solo participarán 30 personas. Los restos del monarca serán sepultados en el castillo de Windsor, a unos 50 kilómetros al oeste de Londres.
De acuerdo con diversos medios británicos, fue la reina Isabel II quien decidió romper el protocolo y ordenó que los asistentes vistan de civil, con el fin de evitar la humillación no solo de su nieto, Harry, sino también de su hijo Andrés, quien abandonó la vida pública y sus obligaciones reales tras el escándalo que lo involucra en la trama de tráfico sexual de menores del financista norteamericano Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell.
De no ser por la política decisión de la monarca, el funeral habría enfatizado la pérdida de títulos militares honoríficos de Harry y la degradación de su hijo.
Harry y su renuncia a la monarquía
Harry de 36 años, Duque de Sussex y sexto en la línea sucesoria, fue despojado de sus títulos militares después de abandonar sus funciones oficiales como miembro de la familia real y mudarse a California con su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle.
Aunque efectuó dos misiones en Afganistán, sólo se le permite llevar un traje con medallas de servicio.
La participación de Harry en la ceremonia será la primera aparición pública con la realeza desde que él y Meghan, concedieron una exclusiva entrevista con la presentadora Oprah en la que acusan a miembros de la monarquía de racistas, destacó Infobae.
La polémica del príncipe Andrés
Andrés, de 61 años, el tercer hijo de la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo, fungió como piloto de helicópteros de la Marina Real que participó en la guerra de las Malvinas de 1982.
Sin embargo fue apartado de la vida pública tras el escándalo provocado por su amistad con el difunto financiero pederasta estadounidense Jeffrey Epstein.
El Duque de York debía haber recibido el rango honorífico de almirante por su 60 cumpleaños, pero el nombramiento fue suspendido.
