Los gustos culinarios de la reina Isabel II, fueron revelados por Darren McGrady, quien durante 15 años fue su chef de cabecera en el palacio de Buckingham y la acompañó en dos giras reales por Australia.
Asimismo, cocinó para cinco presidentes estadounidenses: Ford, Reagan, Bush padre, Clinton y Bush hijo, durante sus visitas de estado.
Mediante su libro "Eating Royally: Recipes and Remembrances from a Palace Kitchen", McGrady dio a conocer que la reina hace cuatro comidas al día, pero solo ingiere porciones pequeñas.
Dijo que mientras fungió como su chef personal, entre 1982 y 1993, la Reina solía desayunar, almozar, tomar el té de la tarde y cenar.
Comienza con té y galletas
Comienza el día con una taza de té y galletas, después con un cereal. En el almuerzo degusta pescado a la parrilla con espinacas o calabacines o un pollo a la parrilla con ensalada, más una opción baja en carbohidratos.
Para la tarde, la reina Isabel II vuelve a tomar té y siempre hay bollos con mermelada y crema cuajada, por si se le antojan.
McGrady reveló que si a la reina no le gustaba la comida, dejaba un mensaje en un cuaderno para el personal. "Tenía un librito en su escritorio y simplemente ponía una nota allí diciendo: 'no quiero comer esto de nuevo'".
Sus alimentos favoritos
De entre sus comidas favoritas, destacan los camarones a la mantequilla de la bahía de Morecambe con pan tostado.
"Ella es una completa adicta al chocolate. Cualquier cosa que pusiéramos en el menú que tuviera chocolate, ella la elegía, especialmente el pastel de chocolate perfecto", comentó.
Uno de los "placeres culposos" favoritos de la Reina durante la época de McGrady como chef, fue un sándwich de croque monsieur, con queso gruyere derretido, jamón y huevos batidos, dijo.
