Después de estar 15 años fuera del cuadrilátero, Mike Tyson decidió regresar al boxeo en noviembre del año pasado cuando enfrentó a Roy Jones Jr., y aunque esa pelea terminó en empate, tal parece que le aumentó la sed de competencia al estadounidense quien ahora sigue una rigurosa rutina física y de alimentación con miras a seguir peleando. El futuro en el cuadrilátero de Tyson se vislumbra ante nombres como Evander Holyfield y Lennox Lewis como sus potenciales próximos contrincantes. 

Previo a la pelea del año pasado, Tyson llevó una estricta dieta y un intenso entrenamiento para regresar al estado físico que le permitía aguantar una pelea completa, y lo ha mantenido hasta ahora, dejando claro que no fue debut y despedida el enfrentamiento con Jone Jr. y que ha regresado para quedarse.

Según el diario británico The Sun, el boxeador consume aproximadamente 4.000 calorías por día y en su lista de alimentos aparecen la avena, leche, y suplementos vitamínicos como el magnesio y aceite de pescado. En sus almuerzos come pechuga de pollo, acompañado con mucho arroz y distintos tipos de granos.

En esta nueva etapa de su vida, sin drogas y adicciones, Mike Tyson entrena entre seis y ocho horas al día y suele compartir su proceso en redes sociales junto con su su entrenador Rafael Cordero. El día del boxeador arranca a las 4:00 am con un trote de entre cuatro y ocho kilómetros, para después regresar a dormir hasta las 10, cuando despierta inicia su rutina normal de entrenamientos y comidas que finaliza aproximadamente a las 21 horas con videos de boxeo y el análisis de su próximo rival.

Así luce Mike Tyson en sus entrenamientos con miras a seguir peleando en un alto nivel:

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