¿Sabías que tus labios de arriba están conectados con los de abajo? Un dato curioso que seguramente no sabías de tu cuerpo y amarás en tu placer sexual es que tu boca tiene el poder de relajar y darte más placer en la cama; además, exagerar los gemidos aumenta aún más el placer.
Expertas en salud femenina indican que el estado de tensión o relajación de estos, es crucial para aumentar tu placer y ahora es momento de comprobarlo por ti misma. Haz el ejercicio de aflojar la boca y soltar el aire de forma relajada desde la garganta, si puedes agregar un poco de ruido. Después presta atención al estado de tu vulva y nalgas ¡Estarán relajadas!
Lo mismo pasa durante el sexo, al dejar que los gemidos fluyan elimina la tensión de tu boca y si agregamos besos a la ecuación ¡aumenta el placer! Es una acción que te permite tener los labios sueltos y abiertos.
¿Cómo aumentar la sensación de placer en la cama?
Exagerar los gemidos aumenta el placer, pero también se beneficia la psique: al hacer este ruido asociado al placer sexual, tu cerebro registra que lo disfrutas mucho y entonces el resto del cuerpo estará de acuerdo contigo.
No estamos diciendo que actúes como una estrella porno, ni que finjas que la estás pasando increíble si no es así, simplemente aumenta un poco el volumen y sobre todo déjate llevar, no limites tus gemidos por pudor o algo así.
¿Por qué se producen gemidos durante el sexo?
De acuerdo a la investigación del neurocientífico Barry Komisaruk, los gemidos y expresiones son una respuesta natural a la respiración profunda experimentada por el placer. Los sonidos son una gran fuente de excitación sexual, pero es que además no es exclusivo de los humanos.
Muchos de nuestros ancestros primates como los chimpancés o los bonobos también los emiten, especialmente las hembras. En ese caso, los gemidos siempre estuvieron relacionados al placer sexual.
¿Sólo pueden gemir las mujeres?
No tendría que ser un acto exclusivo de las mujeres, pero lo cierto es que los estereotipos nos han influenciado al pensamiento colectivo, en el que sólo las mujeres podemos gemir, ya que es signo de que se está disfrutando.