
La agencia Europol, en conjunto con el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), detuvo a más de 800 personas y decomisó casi ocho toneladas de cocaína en uno de los mayores y más sofisticados operativos mundiales contra el crimen organizado, en el que ha participado la policía de 17 países, entre ellos, Australia y Holanda.
En un comunicado, la agencia Europol detalló que las fuerzas de seguridad han conseguido golpear a unas 300 organizaciones del crimen organizado que operaban en un centenar de países, luego de crear una aplicación de comunicación supuestamente cifrada en la que las bandas planeaban sus delitos.
Tras analizar durante un año y medio los mensajes de la aplicación, los agentes también se incautaron de dos toneladas de drogas sintéticas, 22 toneladas de cannabis, aproximadamente 250 armas, 55 vehículos de lujo y 48 millones de dólares en diversas monedas y criptomonedas.
Liderados por el FBI, las fuerzas policiales participaron en "una de las operaciones policiales más grandes y sofisticadas hasta la fecha en la lucha contra las actividades delictivas cifradas", según informó el director adjunto de Europol, Jean-Philipe Lecouffe, en La Haya.
Crearon empresa de dispositivos cifrados para persuadir al crimen organizado
Dentro de esta operación, bautizada como OTF Greenlight/Trojan Shield, (Luz verde/Escudo Troyano) el FBI y de la Policía Federal de Australia desarrollaron "de manera encubierta" en 2019 una empresa de dispositivos cifrados, llamada ANOM.
El objetivo era persuadir al crimen organizado global y organizaciones de blanqueo de dinero, independientemente de dónde operaran, de que adquirieran un dispositivo ANOM ofreciéndoles características buscadas por estas redes criminales, como la encriptación y el borrado remoto.
ANOM consiguió dar servicio a más de 12.000 aparatos de más de 300 grupos delictivos, incluido el crimen organizado italiano, bandas de motociclistas ilegales australianas y organizaciones de narcotráfico internacional, precisó la agencia policial europea.
Ignorantes de que los mensajes no estaban encriptados y estaban siendo vigilados por la policía, los criminales tramaban supuestamente asesinatos u otros delitos como tráfico de drogas y armas en la plataforma.
El FBI y la agencia antidroga estadounidense DEA, junto a las fuerzas policiales de los otros países, obtuvieron así 27 mensajes que revisaron durante 18 meses antes de iniciar las redadas, detenciones y cierres de laboratorios de drogas.






