El peso es un tema complicado que siempre genera todo tipo de reacciones, pues además es común que se opine sin si quiera tener fundamentos profesionales. Esto es lo que lleva muchas veces a que ciertas personas se depriman al enfrentarse con la báscula.
Sin embargo, antes de hacer caso a lo que digan familiares amigos, compañeros de trabajo o hasta desconocidos de las redes sociales, es importante saber cuáles son las cosas que orillan a que el organismo no esté teniendo precisamente los mejores resultados.
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Siempre te recomendaremos acudir con especialistas que puedan ayudarte a sentirte mejor en toda clase de aspecto. Aun así, hoy te hemos preparado algunas de las señales más peligrosas en cuanto a la relación que llevas con tu peso, apariencia y la comida.

Cuidado con estas señales, están provocándote más daño del que crees
- Culpa después de comer: alimentarse es algo que debemos hacer para funcionar en el día a día, pero si luego de que te comiste una hamburguesa o unos tacos te sientes mal contigo, puede ser señal de que algo no anda muy bien desde la parte psicológica.
- Pensamientos constantes en antojos: si tratas de cambiar tus hábitos alimenticios, también deberías tratar de controlar tus pensamientos. En este caso el ocio puede convertirse en tu peor enemigo y llevarte buscar que comer a cada rato.
- Necesidad falsa de comer: este se relaciona con el punto estrechamente con el punto anterior, pues una cosa es el hambre real, la necesidad fisiológica, y otra muy diferente que nosotros mismos nos provoquemos ese “deseo” de tener algo en la boca.