El príncipe Felipe de Edimburgo fallecido el pasado 9 de abril, a los 99 años de edad, es despedido este sábado 17 de abril por lo que los británicos y la corona dicen adiós a los restos del esposo de la soberana, la reina Isabel II.
El duque de Edimburgo será sepultado en la capilla de San Jorge, a unos 50 kilómetros al oeste de la Londres. Sin embargo, producto de la pandemia, la ceremonia se realiza con un máximo de 30 personas, por lo que es una despedida muy intima.
La misa, que comenzó casi a las 9 de la mañana tiempo de México, lució casi vacía, y sólo los miembros de la Familia Real pudieron asistir. Durante la ceremonia la reina Isabel II se pudo ver en una de las bancas totalmente sola, con un vestido todo de negro y con cubrebocas.
El príncipe Felipe de Edimburgo pidió una ceremonia con marcado estilo militar, según reveló el jefe de las fuerzas armadas, el general Nick Carter, agregando que “también mostrará lo mucho que las fuerzas armadas le querían y respetaban”.
El funeral y el traslado del féretro fue transmitido por las principales cadenas de televisión en el mundo y comenzó con un minuto de silencio nacional.
La ceremonia se hizo dentro del castillo de Windsor. La banda de la Guardia de Granaderos, uno de los regimientos más longevos del ejército británico, fue el encargado de hacer el cortejo fúnebre del duque de Edimburgo.
El coche fúnebre, un vehículo híbrido customizado por el mismo duque, llegó al templo flanqueado por representantes de diferentes regimientos militares y seguido por sus cuatro hijos en primera línea, tras una procesión de unos 15 minutos desde el castillo.
