Por qué opinar sobre la salud mental de Meghan Markle puede ser peligroso para su vida

A estas alturas, millones de personas lo hemos visto: Meghan Markle, la duquesa de Sussex, hablando con Oprah Winfrey sobre cómo su salud mental se vio tan dañada después de entrar en la familia real que incluso llegó a tener pensamientos suicidas mientras nadie puso atención a sus advertencias

La actriz comentó como ese pensar tan drástico, llego a asustarla y al acudir al departamento de recursos humanos del palacio mientras estaba embarazada, sólo para que le dijeran que no había nada disponible para ella:

"Recuerdo cómo [Harry] me apoyó ante este tema. Estaba realmente avergonzada de tener que decirlo en ese momento y avergonzada de tener que admitir cómo me sentía ante Harry especialmente, porque sé la gran pérdida que ha sufrido".

Meghan Markle continuó confesando que si no hubiera hablado de su dolor, cree que ya no estaría aquí:

 "Pero sabía que si no lo decía[a Harry, me hubiera hecho daño... y simplemente no quería seguir viva. Ese era un pensamiento constante muy claro y real y aterrador".

A esto hay que añadir que Meghan Markle también dijo que los funcionarios del Palacio le dijeron que se quedara en casa, después de haber sido "sobresaturada" por la prensa, sin poder ni siquiera quedar con una amiga para comer y desahogar estos pensamientos. Es decir, que su sistema de apoyo, algo tan clave para la recuperación de la salud mental, también fue cortado.

Una mala salud mental, ¿también puede ser blanco de discriminación?

Aunque la vida de cualquier espectador a comparación de la de Meghan Markle no podría ser más diferente (la vida de una antigua actriz de Hollywood convertida en filántropa real)  a muchas personas alrededor del mundo les ha sorprendido escuchar de estar crisis en alguien que "no debería sufrir con la vida perfecta"

Internautas después de escuchar la entrevista se proclamaron completamente empáticos con Meghan Markle aceptan también haber tenido tendencias suicidas en el pasado, pedir ayuda y ser rechazados:

"A los dieciséis años, cuando me sentí completamente sola e incapaz de hacer frente a una ruptura y a la caída de mis amigos (traducido: cuando no tenía el apoyo adecuado), tomé una sobredosis. En un pánico ciego, quise poner fin a los sentimientos de intenso dolor y tuve una autoestima del tamaño de una migaja."

Historias como estas se podían leer en algunas redes sociales y fue importante destacar que ante los juicios de muchos espectadores sobre, esta posible forma drástica de llamar la atención por parte de Meghan Markle, había mucha gente que la entendía por completo:

"La depresión y la ansiedad es que te juega malas pasadas. En mis veinte años, durante otra mala racha, me sentaba por la noche a buscar en Google "¿Qué sentido tiene estar vivo? (sin saber muy bien por qué) y leía las respuestas de Yahoo de personas que decían "Para experimentar el amor y la felicidad". No puedo ni imaginar lo que debió de ser para Meghan tener que leer los titulares de los periódicos que parecían confirmar esos temores y la destrozaban".

¿Qué es lo que realmente pasa por la mente de alguien con depresión?

El discurso a favor de la posición de Meghan Markle, se expresa de diversas formas alrededor de la era digital: artículos, posts, videos, poemas.

Se asegura que el comportamiento de Meghan Markle es ridículo ante la situación  privilegiada en la que vive, demasiado perfecta para  para sentir dolor alimentando una narrativa literalmente mortal. Están ignorando el hecho científico de que la mala salud mental no discrimina y, dadas las circunstancias "privilegiadas" de Meghan era sólo cuestión de tiempo que explotara.

"Ella es humana, no de teflón", con esta frase, internautas demuestran su apoyo no por fanatismo, sino por le hecho de abrir los ojos a la opinión pública sobre lo fuerte que puede ser para una persona con tendencias suicidas, escuchar que su grito de ayuda, es tomado como una forma más de llamar la atención.