El despido de Brian Flores de los Miami Dolphins significó la polémica más grande del "lunes negro" en la National Football League en la antesala del Super Bowl. El mandamás del equipo de Florida pudo remontar un arranque complicado y ligó siete victorias consecutivas, así como ocho triunfos en sus últimos nueve partidos para finalizar con récord ganador, aunque lejos de la postempoarada.
Sin embargo, la labor de Flores fue reconocida por el entorno de la NFL y los Dolphins parecían tener un proyecto que en el corto y mediano plazo dieran resultados para un equipo que no ha alcanzado el Super Bowl desde 1984 y que no ha conseguido título alguno desde 1973.
De acuerdo a Stephen Ross, dueño de los Dolphins, la decisión se tomó a partir de la evaluación del proyecto en los últimos años y el futuro próximo, se determinó que la dinámica del equipo no iba con relación a los objetivos, ni el nivel de ejecución iba en ese camino, por lo que se decidió apostar por un nuevo entrenador.
De hecho, el conjunto de Miami no ha pisado postemporada desde 2016 cuando alcanzaron el partido de Comodines ante Pittsburgh Steelers con los que perdieron 30-12. Para agravar la crisis del único equipo que ha podido conseguir un título de manera invicta en la historia de los Super Bowls, los Dolphins apenas han podido cosechar un triunfo en playoffs desde el año 2000.
Junto a Flores, los Chicago Bears despidieron a Matt Nagy, los Minnesota Vikigns a Mike Zimmer y los Denver Broncos a Vic Fangio en el primer día de temporada baja para las 18 franquicias que terminaron este fin de semana su participación en la campaña 2021 de la NFL.