Pese a un último cuarto donde anotaron 21 puntos, los Chicago Bears se quedaron cortos para completar la remontada ante los Pittsburgh Steelers que aprovecharon dos castigos que llamaron la atención por la polémica que generaron, particularmente el pañuelo que desencadenó el gol de campo con el que ganaron los locales en Heinz Field.
Ante las críticas, el referee Tony Corrente respondió ante las acusaciones de un supuesto "amaño de partido" tras el cotejo: "La nueva regla este año es que no debe existir ningún contacto debajo de la cintura para cualquier jugador fuera de la caja que limitan los alas cerradas".
"En primer lugar, tengan en cuenta que el taunting ("provocación") es un punto al que debemos de hacer énfasis. Ví al jugador después de una gran jugada correr hacia la banca de los Steelers con una postura que me dio a considerar que estaba cometiendo el castigo mencionado", dijo Corrente sobre la marcación del castigo.
Corrente confirmó que el pañuelo amarillo fue lanzado después de la jugada y no tuvo ninguna relación con la jugada previa al triunfo de los Steelers en casa, que por cierto, conquistaron su décimo noveno triunfo como locales de manera consecutiva en lunes: "No tuvo nada que ver la jugada. Fue la situación del taunting".
Por otro lado, Cassius Marsh, defensivo de Chicago, quien recibió la sanción final, respondió al referee: "En mi camino hacia las laterales choqué con la cadera del referee. Si le hiciera eso con intención a cualquier árbitro o autoridad nos sacarían del partido, suspendido y multado. Creo que fue realmente inapropiado".
