Lionel Messi se convirtió en un mar de lagrimas en la celebración de Argentina por la obtención de la Copa América. El astro argentino, quien debutó con la albiceleste en 2005 y nunca había conseguido un título con la selección mayor, transformó la frustración y desesperación en un momento mágico junto a su familia, sus aficionados, su gente.
Los argentinos utilizaron el estadio Monumental como escenario para la tan esperada celebración de la Copa América que su representativo nacional ganó frente a Brasil en el Maracaná. Messi había participado sin la fortuna deseada en cinco ediciones del torneo e incluso alcanzó tres finales, las cuales perdió ante "La Canarinha" en 2007 y contra Chile en 2015 y 2016.
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En territorio brasileño, Messi fue claramente la figura de su equipo con cuatro goles y cinco asistencias en siete partidos disputados. La "Pulga" aportó una anotación en los cuartos de final y un pase para gol en el duelo semifinal. El jugador del PSG no escondió su alegría ante los medios de comunicación.
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"Es un momento único como se dio después de tanto esperar, no había mejor manera de que sea diera y poder estar acá festejando increíble con mi mamá, mis hermanos y la tribuna. He sufrido mucho también y estoy muy feliz", expresó el ex futbolista del Barcelona.
Messi terminó de celebrar con un hat-trick contra Bolivia para liderar la victoria de Argentina en la eliminatoria de la Conmebol rumbo a Catar 2022, misma en la que son segundos, solo por detrás de Brasil. Con sus tres goles, Lionel se convirtió en el jugador sudamericano con más anotaciones a nivel de selecciones con 79, suficiente para superar los 77 tantos del histórico Pelé, considerado como uno de los mejores jugadores en toda la historia del futbol a nivel mundial.