
Un 7 de julio en 2011, la Selección Mexicana Sub-17 iba en camino a conseguir su segundo campeonato en la categoría. En las semifinales se enfrentaron a Alemania en el Territorio Santos Modelo de Torreón. Con una desventaja inicial, los de Raúl "Potro" Gutiérrez se lanzaron al frente en lo que sería una épica remontada para obtener el boleto a la final.
El momento cumbre del duelo fue una chilena de Julio "Momia" Gómez, quien marcó la diferencia con un vendaje en la cabeza tras un choque en el tanto del empate tricolor, marcado por Jonathan Espiricueta a través de un gol olímpico en una de las tardes mejor recordadas en el futbol mexicano.
La "Momia" no pudo consolidarse en Liga MX
Después del gol, México consiguió el paso a la final que más tarde ganarían contra Uruguay en el Estadio Azteca, lo que significó su segunda Copa del Mundo en la categoría. Sin embargo, a pesar de la ilusión que suponía otra "generación dorada" no todos pudieron consagrarse, siendo el caso de la "Momia", quien militó con Chivas y Jaguares en Primera División, así como por Correcaminos, Cafetaleros, Coras Tepic, Zacatepec, Loros de Colima y Cruz Azul Hidalgo en la liga de plata.
En su última aventura futbolística, militó con el San José FC de la recién formada Liga de Balompié Mexicano, reuniéndose con Raúl "Potro" Gutiérrez. Sin embargo, ante el fracaso de la organización y su poca condición física lo relegaron a un segundo plano y de momento se encuentra sin equipo profesional.







