Una de las cosas que más envidiamos a las asiáticas es su piel perfecta, con un efecto de porcelana que muchas desearíamos tener. Hoy te hablaremos del ritual Saho que es el equivalente de la k-beauty routine (pero de las japonesas) y es que es bien sabido que los cuidados en la piel de Japón son realmente cansados para logra su icónica piel de seda.
Esta rutina promete tener una piel luminosa y sana con sólo dos pasos y algún truco para aplicarlos, lo tendremos perfectamente. Conoce a detalle cómo se lleva a cabo y las fases que tienes que pasar. Spoiler Alert: ¡son pocas fases que no implican horas en la mañana!
El método Saho es el más común entre las mujeres de nipón por lo práctico que es y los resultados que ofrece. Como ya sabemos, si queremos tener una piel bonita debemos de cuidarla y eso comienza por limpiarla adecuadamente. Toma nota para empezar a hacerlo desde casa.
Fase 1: Doble limpieza
La limpieza es la base del ritual Saho de las japonesas e involucra dos sencillos pasos: primero debes lavar la cara con un limpiador cremoso, con fórmulas en leche o aceite y luego volver a lavar, pero ahora con un jabón a base de agua que tena espuma.
La combinación de productos en este orden asegura que todo rastro de maquillaje, suciedad o contaminación, sea removido y deje tus poros relucientes.
Fase 2: Doble hidratación
La segunda fase consiste en la aplicación del oshibori ¿has escuchado de ella? No es más que colocas una toalla de manos caliente y limpia en el rostro (a una temperatura amigable con la piel), durante 2 minutos, con el fin de que el calor abra los poros y así, el siguiente paso penetre con más facilidad.
Una vez que tu rostro esté listo, aplica un serum hidratante, contorno de ojos y encima tu crema facial. Este paso es relajante así que tal vez después lo único que quieras es ir a tu cama de inmediato.
Fase 3: Tratamiento
Permite que lo anterior absorba perfectamente y enseguida, toma un poco más de crema para la cara y caliéntala con las manos. Cuando su textura esté más ligera, colócala a lo largo del rostro con masajes circulares y como segundo paso, vuelve a calentar las manos (sin crema) y haz presión con ellas sobre tu piel, como si dieras suaves golpecitos.
De esta manera lograrás una mejor absorción del producto; asimismo, tu piel estará mucho más calmada y tonificada. Es como un regalo de amor propio diario.
Te recomendamos practicar este método todas las mañanas, seguido de tu protector solar favorito y en la noche, antes de ir a la cama, para que tu piel respire y se pueda regenerar mientas duermes.
Nota: No olvides que este secreto japonés es solo una parte de todos sus cuidados de la piel, entre ellos los hábitos alimenticios, ejercicio y estilo de vida.