El Día de Muertos es de las celebraciones más importantes en México. Desde épocas prehispánicas, cada 1 y 2 de noviembre todos los mexicanos se reúnen a celebrar a sus difuntos y ahora muchos lo hacemos por medio de distintos rituales. Conoce estos 10 datos curiosos sobre esta festividad que seguramente no conoces.
La concepción de la vida y la muerte, así como tradiciones y creencias giran alrededor de esta gran celebración que distingue a los mexicanos del resto del mundo. Estudios históricos y antropológicos han permitido constatar que las celebraciones dedicadas a los muertos no sólo comparten las antiguas prácticas ceremoniales, sino que se mezclan la tradición católica y precolombina.
A pesar de ser una tradición conocida en México, todavía se desconoces algunos datos. Por esta razón nos dimos a la tarea de recopilar algunos:
Origen del Día de Muertos
El culto a la muerte no es algo reciente en la cultura mesoamericana, pues existen registros de rituales y celebraciones en pueblos prehispánicos de hace más de 3.000 años. Su origen es la armonía entre la celebración de rituales católicos traídos por españoles y la conmemoración de día de muertos que los indígenas realizaban.
¿Quién es la catrina?
La Catrina se llamaba originalmente "La Calavera Garbancera" y es una figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada por el muralista Diego Rivera. Fue creada para criticar a los llamados garbanceros, personas de sangre indígena que pretendían ser europeos.
Historia de Pan de Muerto
Su origen se remonta a épocas prehispánicas, desde entonces se utiliza para las ofrendas sólo que se prepara con semillas de amaranto molidas y tostadas, se cuenta que se bañaba con sangre de las personas sacrificadas en honor a los dioses Izcoxauhqui o Huehuetéotl.
Este pan de muerto se dejo de hacer durante la conquista española en México, ya que rechazaban este ritual e iniciaron su elaboración de pan de trigo, con forma de corazón, bañándolo de azúcar y pintándolo de rojo.
Difuntos llegan a las ofrendas
Se dice que sólo el Día de Muertos, los difuntos son autorizados desde el más allá para visitar a sus familiares vivos en la Tierra y ellos los reciben con una fiesta y ofrenda que tiene como finalidad de consentirlos con las más grandes atenciones y cosas que disfrutaban en vida.
Significado de ofrenda
Los tres niveles con los que cuenta el altar del Día de Muertos simbolizan a las tres divinas personas: padre, hijo y espíritu santo. Por su parte, la cruz que casi siempre se dibuja en el suelo con tierra les recuerda su fe, relacionada con el miércoles de cenizas en el que les dice a los fieles “polvo eres y en polvo te convertirás”.
Flor de cempasúchil
Conocida por ser uno de los adornos más populares en tumbas y ofrendas del Día de Muertos, "la flor de veinte pétalos", por sus raíces en lengua náhuatl cempoal-xochitl, sólo se obtiene en épocas de lluvias. La flor de cempasúchil puede llegar hasta medir cinco centímetros de diámetro. Los mexicas, durante época prehispánica, la eligieron para tupir cientos de altares, ofrendas y entierros.
Velas para iluminar el camino de los muertos
En la noche a cada altar se le encienden velas, pues se dice que al estar iluminados los altares se evita que las almas se desvíen del camino.
Mexicanos perciben la muerte diferente
En México se percibe la muerte de manera peculiar. Los mexicanos utilizan la sátira para burlarse de ella. Un ejemplo de ello es la popular “Catrina”, calavera vestida de diferentes atuendos como muestra de la presencia de la muerte en todo lo cotidiano.
Patrimonio de la Humanidad
En 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró esta festividad como “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad” ya que representa uno de los ejemplos más importantes del patrimonio vivo de México y el mundo.
¿Por qué se pide calaverita?
Salir a pedir calaverita es una de las costumbres más divertidas en estas fechas. Si bien es muy similar a pedir “dulce o truco”, en un principio se acostumbraba que los niños salieran a visitar a casa por casa de su colonia con una calavera en la mano pidiendo dulces, pan de muerto o fruta para alimentarla.