Si eres de las personas que ama que su perrito lo lengüetee, después de leer esta historia lo pensarás dos veces antes de permitirlo. Resulta que un hombre británico perdió sus dedos, piernas y parte de su cara, nada más y nada menos que por la lamida de su mascota que lo contagió de una rara enfermedad.
Se trata de Jaco Nel, un doctor británico al que su perro Harvey lamió en una herida mientras jugaban, el hombre no le dio mayor importancia a lo ocurrido, lo único que hizo fue limpiar y desinfectar la zona, sin imaginar lo que le esperaría más tarde.
Resulta que el animal de raza cocker spaniel estaba enfermo y la saliva que quedó en la herida de su dueño le provocó una septicemia, la principal causa de muertes por infección en el mundo.
Las consecuencias de una simple muestra de cariño por parte del animalito provocaron a Jaco la pérdida de sus piernas, dedos y el desfiguramiento de su rostro, principalmente de su boca y nariz, mismos que le provocaron problemas de lenguaje.
En entrevista para la BBC Jaco contó cómo ocurrió todo:
<strong>"Me debí de enfermar mucho porque me sentía confundido y desorientado. No escuchaba el teléfono cuando me buscaban al faltar al trabajo. Al final del día, mi pareja vino a casa y me encontró en un estado terrible. Ella llamó a los servicios de emergencia y se portaron genial: inmediatamente se dieron cuenta de que era septicemia y empezaron a tratarme de urgencia allí mismo".</strong>
Además de la pérdida de sus extremidades inferiores, el doctor estuvo en coma y sufrió una falla en sus riñones, por lo que tuvieron que dializarlo durante dos meses.
Tras 4 meses en el hospital, Jaco tuvo que enfrentarse nuevamente a una pérdida, esta vez fue la de Harvey, su mascota, quien tuvo que ser sacrificado para que no infectara a nadie más y la historia de Nel se volviera a repetir.
La septicemia es difícil de identificar pues los síntomas son diversos que en ocasiones se pueden confundir con enfermedades leves, por ejemplo, una gripa.
¿Qué es la septicemia?
La septicemia es una reacción potencialmente mortal a una infección, puede causar inflamación en grandes zonas del cuerpo y puede dañar los órganos y los tejidos y desencadenar un choque séptico, que ocurre cuando se registra una presión arterial extremadamente baja, lo cual limita la circulación de la sangre en el cuerpo. Esto puede causar insuficiencia orgánica y la muerte.