La moneda conmemorativa de 100 pesos del Estado de México, acuñada por el Banco de México y aprobada en el Diario Oficial en agosto de 2005, se ha convertido en una pieza de gran valor y relevancia histórica. Esta moneda, que ha sido emitida en dos fases distintas, ha despertado el interés de coleccionistas y entusiastas de la numismática.
La primera fase de esta moneda conmemorativa, conocida como “heráldica”, fue acuñada en plata. En su diseño se destaca el escudo del Estado de México, representando sus símbolos heráldicos y elementos emblemáticos. Esta primera fase es altamente apreciada por su valor numismático y por su belleza estética.
Posteriormente, se lanzó la segunda fase de la moneda, denominada “emblemática”, también acuñada en plata. En esta fase se presenta un diseño más moderno y estilizado, con elementos que representan la riqueza cultural y natural del Estado de México. Esta fase es especialmente destacada debido a una pieza especial conocida como la “pecunia”, cuyo valor se estima en 1 millón de pesos en plata en plataformas digitales.
La “pecunia” se ha convertido en un objeto de gran interés y especulación en el ámbito numismático. Su valor simbólico y su rareza la convierten en una pieza codiciada tanto por coleccionistas como por inversores. Su precio en plata ha aumentado considerablemente en los últimos años, convirtiéndola en un objeto de alto valor en el mercado.
Cabe mencionar que el valor de esta moneda conmemorativa no solo reside en su contenido de plata, sino también en su significado histórico y cultural. Al ser una pieza emitida por el Banco de México y aprobada en el Diario Oficial, representa una parte importante de la identidad y la historia del Estado de México.
A medida que el interés por la numismática y la colección de monedas conmemorativas continúa creciendo, esta moneda del Estado de México se ha convertido en un objeto de deseo para los aficionados y coleccionistas. Su rareza y su valor en plata hacen de ella una pieza única y valiosa en el mercado.
