Tina Turner falleció el pasado 24 de mayo por los problemas de salud que tenía desde hace tiempo, en su casa de Küsnacht, Suiza, a los 83 años.
la artista había luchado contra un cáncer intestinal y sufrido hipertensión arterial por más de cuatro décadas; además, sufrió dos derrames cerebrales y problemas renales. La cantante había lamentado en un post días antes.
“Mis riñones son víctimas de no haberme dado cuenta de que mi hipertensión debería haber sido tratada con medicina convencional.
“Me he puesto en grave peligro al negarme a afrontar la realidad de que necesito terapia diaria y de por vida con medicación. Durante demasiado tiempo creí que mi cuerpo era un bastión intocable e indestructible”, escribió en su instagram la cantante.
Se prepara el último adiós para Tina Turner
La familia se prepara para despedir a “la reina del rock” con una ceremonia privada, donde solo asistieran familiares y amigos, pues era los deseos de Turner.
“No quería un gran funeral público. Quería ser incinerada y espero que sea un asunto pequeño y muy privado. Estoy seguro de que habrá algún tipo de concierto conmemorativo y otros homenaje más tarde. Esto será sólo para sus amigos más íntimos de Suiza y su representante. No será un gran acontecimiento familiar”, dijo Eddy Hampton ‘Armani’, asistente personal de Tina al Daily Mirror.
Además, el medio dijo que en una entrevista con importantes miembros budistas, la cantante de origen estadounidense no tenía miedo a morir, ya que se preparó y esperaba “el más allá” con mucha tranquilidad.
“No tengo miedo de morir”. Tenía curiosidad por ver lo que venía”, dijo el músico budista, Shak-Dagsay sobre Turner.