El actor Mauricio Ochmann declaró, en entrevista con la periodista Mara Patricia Castañeda, que su niñez y adolescencia fueron muy difíciles, al ser adoptado en dos ocasiones y vivir en constante cambio de residencia.
"Nazco en Washington DC, ahí me da en adopción mi madre biológica y una pareja de mexicanos que estaba viviendo allá, que son mis papás adoptivos, pues me adoptaron allá. Ellos se divorcian cuando yo tenía como año y medio y mi mamá me trae a México, y crezco entre Querétaro y Celaya. Entonces digamos que toda mi infancia y toda mi adolescencia la viví en Querétaro, viví hasta los 9 años, y luego en Celaya viví hasta los 16 años y luego ya a los 16 me vine a la Ciudad de México", explicó quien fuera esposo de Aislinn Derbez.
"Mi mamá se volvió a casar cuando yo tenía como 4 o 5 años con el Ochmann, que ahí fue otra adopción, otro proceso de adopción y entonces el Ochmann fue mi segundo papá adoptivo, que ya como a los 11 años se legalizó", continuó relatando.
El intérprete de “El Chema” explicó que esta segunda adopción le trajo muchas burlas en la escuela, tanto entre en sus compañeros de clase como con algunos profesores, pues él se presentaba con el apellido Ochmann pero sus documentos oficiales seguían conservando el apellido de su primer padre adoptivo, Sánchez.
"Fue un relajo en la escuela porque yo, viviendo en una familia Ochmann, pues yo decía yo me llamo Ochmann. Y los maestros de repente se burlaban de mí, los compañeros, un poquito sufrimos bullyng… Pero, para mi fortuna, la directora de la escuela acababa de adoptar, entonces se enteró del relajo y llegó y dijo. 'déjenlo que se ponga como quiera, que se llame como se quiera llamar'. Entonces ahí como que paró y ya después se legalizó y todo el rollo", aseguró el actor.
Lamentablemente para el protagonista de la película mexicana “Ya veremos” todas las confusiones sobre su origen y las distintas mudanzas que vivió, fueron demasiado para un niño de tan corta edad, por lo que le generaron traumas que desembocaron en un alcoholismo temprano.
"Toda la infancia y la adolescencia estuvo difícil, me trajo muchos esqueletos y fantasmas, y la verdad es que ahí, como a los 8 años, se me cruzó una cerveza enfrente y para todo este mundo interior que estaba yo viviendo, me cayó como de perlas, porque amortiguaba el dolor interior. Entonces fue creciendo, creciendo y creciendo, hasta que llegó un momento en el que tuve que levantar la mano y pedir ayuda, porque estaba ya en un camino de excesos", explicó Mauricio.
Afortunadamente el nacimiento de su primera hija, Lorenza, le ayudó a reencontrarse consigo mismo y recuperar el camino. “Lorenza sí vino a sacudirme todo mi rollo de vida y fue un proceso en el que hice todo un cambio de vida”, declaró en entrevista.
"También reconoció que tanto Lorenza, como Kailani, la hija que procreó con Aislinn Derbez, lo han hecho un mejor ser humano y le han ayudado a sanar las heridas del pasado. "Yo la verdad es que me he rescatado a través de mis hijas, o sea, he rescatado mi propia infancia, como esos años de carencia, de falta de contención, me he ido rescatando. Lorenza fue mi primer rescate y con Kai sigo todavía disfrutándolo mucho y hay cosas que sigo trabajando", afirmó.
