Los Suns de Phoenix tienen la mitad del camino logrado. Después de conseguir dos victorias como locales en mismo número de partidos están a otro par de triunfos de conseguir el primer anillo en sus 53 años de historia. Los balances de finales pasados les dan la razón: de 20 finales donde un equipo logra ganar los duelos 1 y 2 se coronan en 87% de las ocasiones. Sin embargo, hay dos excepciones que dan una esperanza a los Bucks de Milwaukee.
El primer equipo en lograrlo fue el Miami Heat de Dwayne Wade, Shaquille O'Neal y Gary Payton, que después de caer ante los Mavericks en Dallas durante el primer par de cotejos, la ofensiva de los de Florida reapareció superando los 95 puntos desde entonces y limitando a Nowitzki y compañía incluso a 74 unidades. En esa serie es recordado el juego 5 donde los tres veces campeones ganaron 101-100 en un espectacular juego para tomar la ventaja que no perderían.
El otro conjunto es la célebre escuadra de los Cavaliers de Cleveland en 2016, quienes remontaron un 1-3 (después de iniciar 0-2) ante los Warriors de Golden State que venían de consumar la mejor temporada regular para un equipo en la historia de la Asociación. A pesar de enfrentar en tres ocasiones duelo de eliminación, LeBron James, Kevin Love y Kyrie Irving se sublimaron y se coronaron en el recordado séptimo juego de esas Finales para romper con la malaria de títulos en Ohio.
En ambas ocasiones fue definitiva la participación de una estrella en particular. Para Miami fue Dwayne Wade, mientras que para los de Ohio fue LeBron James quien cargó el equipo a sus espaldas para hacer frente al 0-2. En esta edición, será vital lo que pueda hacer Giannis Antetoukoumpo, quien si logra el milagro es candidato, incluso con dos juegos disputados, al Jugador Más Valioso después de los 42 puntos que aportó en el partido 2, superando incluso, el récord de más unidades en un periodo de Finals, hasta entonces propiedad de Michael Jordan, curiosamente también ante los Suns.
