Constanza Molina es una de las más grandes e incondicionales fanáticas de Julián Álvarez. El delantero argentino es el ídolo de esta estudiante de la ciudad de San Juan, y la joven ha guardado en su disco duro cada paso en la carrera del ariete del Manchester City, que se coronó campeón del mundo en Qatar. Pero nunca pensó que le iba a dar tamaña sorpresa.
La historia la comenzaron a generar sus padres y su tía Cecilia, que escribieron miles de mensajes en Instagram hasta acceder al Araña. Los familiares, los amigos y todo el entorno del goleador fueron objeto de una verdadera caceria para tener cualquier señal de Julián, ojalá antes de una fecha emblemática para cualquier chica: la fiesta de los 15 años.
Hace una semana y cuando faltaba un día para la celebración, sonó el buzón. El mensaje era de un familiar del ariete que iba a cumplir el sueño de Constanza. “Hola, espero que le guste. Y muy feliz cumpleaños para ella”, decía junto a un video que hoy se conserva como hueso santo. No todos los días un campeón del mundo te saluda en el cumpleaños.
“Hola, Coni, cómo estás. Te mando un feliz cumple de 15. Espero que lo pases lindo, que disfrutes de este momento tan especial con tu familia y tus amigos. Te deseo lo mejor, un beso grande”, dice Álvarez como si fuera cualquier hijo de vecino, con el jopo bien peinado y una camiseta negra. Sencillez a toda prueba.
“La verdad es que fue muy emocionante. Tenía la esperanza de que me consiguieran el regalo, porque había sido una promesa de mis papás, pero no me imaginé que iba a estar ese día porque no me habían dicho nada. Soy muy fanática de Julián desde que estaba en River, y lo sigo ahora en el Manchester”, explicó la joven en diálogo con Tiempo de San Juan.
La primera camiseta de Julián Álvarez
El video-saludo no fue lo único que recibió Constanza Molina en su día especial. La joven además abrió un regalo histórico. Uno de sus tíos viajó de Córdoba al pueblo de Calchín para encontrar la primera camiseta de Julián Álvarez, que tiene los mismos colores que la de River Plate, y donde la Araña dio sus primeros pasos en el fútbol.
El club no vendía la prenda, pero el familiar pudo encontrarla en una pequeña tienda y estampó el nombre del goleador, para coronar una fiesta inolvidable. Asi, Julián estuvo más presente que nunca en el corazón de una de sus fanáticas y su imagen recorrió miles de kilómetros para sorprender a una de sus incondicionales seguidoras.
