La noche de ayer y la madrugada de hoy viernes, se creó en Israel una estampida humana, durante la festividad Lag Baomer que dejo hasta el momento 45 muertos.
El trágico suceso ha consternado al país y llevado al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a declarar el próximo domingo, 2 de mayo, día de luto.
Netanyahu aseguró que la estampida humana de esta madrugada, mientras decenas de miles de judíos ultraortodoxos celebraban con cánticos, bailes y hogueras la festividad de Lag Baomer, "es uno de los peores desastres que ha sufrido el Estado de Israel".
Muchas personas "murieron aplastadas, incluido niños", añadió el primer ministro, que concretó que "muchas de las víctimas aún no han sido identificadas", por lo que instó a evitar difundir rumores por redes sociales y pidió "dejar que las autoridades trabajen".
A su vez, elogió a los cuerpos policiales, equipos médicos de emergencia y fuerzas de rescate por haber realizado "una rápida tarea" de socorro y haber prevenido "un desastre mucho peor".
El presidente israelí, Reuvén Rivlin, honoró también la memoria de las víctimas encendiendo 45 velas por cada una de ellas frente a su residencia oficial en Jerusalén, donde se abrió un centro de llamadas de urgencia para ayudar a familias que buscan a seres queridos que siguen en paradero desconocido desde el incidente.
En el lugar de la tragedia, los restos de la devastación hablan por sí solos: cadáveres tapados, sombreros u otras prendas negras características de los judíos ultraortodoxos marcan las imágenes. Familias que no pudieron localizar a sus seres queridos están dirigiéndose directamente a centros de medicina forense para identificar los cuerpos de los muertos.
La Policía inició pesquisas para investigar la estampida de anoche con detalle, y la Fiscalía anunció que abriría una investigación por posible negligencia policial en la gestión de seguridad del evento.