Christian Horner no quedó conforme como muchos aficionados de la Fórmula 1 con el final del Gran Premio de Italia, puesto que el Safety Car consumió un total de seis vueltas, quitando la oportunidad que los aficionados tuvieran un cierre emocionante con Max Verstappen y Charles Leclerc.
El jefe de Red Bull declaró ante los medios de comunicación que hubo un gran problema con la entrada del coche de seguridad, puesto que retrasó a todos y considera que había oportunidad de dar una o dos vueltas para el cierre.
"Creo que podría haberse resuelto a tiempo, para ser honesto. Se trataba de que el coche de seguridad recogiera el coche equivocado… No recogió al líder y eso provocó un gran retraso en la conexión de los autos. Creo que podrías haber hecho al menos una vuelta de la carrera, probablemente dos", señaló.
Asimismo, destacó que la FIA fue la principal responsable de este poco emocionante final del circuito de Monza, porque no fueron claros al indicar la bandera roja desde el inicio del incidente.
"Si hubieran sabido que no podrían reanudar la carrera a tiempo, deberían haber agitado la bandera roja, pero eso no sucedió", comentó.
Christian Horner asegura que los aficionados no quedaron conformes
Por último, Christian Horner destacó que este final no le agrado a nadie, pues los aficionados italianos mostraron su descontento con el ingreso y cierre del Safety Car.
"Podías escuchar la consternación de la multitud al final porque se sentía como si a todos les estuvieran robando un final de carrera", concluyó.