Fredy Guarín llamó la atención del futbol internacional desde sus inicios en Colombia y al poco tiempo fue fichado por el Boca Juniors en la Primera División de Argentina, donde incluso quedó campeón y se convirtió en un jugador indiscutible de la selección cafetalera.
Posteriormente, dio el salto al futbol europeo entrando en las filas del Saint-Étienne de la Ligue 1, después fichó con el Porto de la Liga NOS, donde vivió su mejor momento en el viejo continente, puesto que se consagró campeón de liga en tres ocasiones y monarca de la copa en dos.
Posteriormente, se fue al Inter de Milan, jugando para el conjunto italiano de 2011 a 2016, convirtiéndose en una de las máximas figuras del equipo y de la Serie A, una muestra de ello fue que participó con Colombia en la Copa del Mundo del 2014.
Fredy Guarín y el acabose de su carrera
Sin embargo, como toda carrera exitosa, se fue a la baja después del 2016, porque decidió jugar en el Shanghái Shenhua de China y en 2019 llegó al Vasco de Gama de Brasil, para finalmente terminar su carrera en Millonarios de Colombia.
Pero fue en esta etapa, donde los excesos se apoderaron de la vida del futbolista cafetalero, quien no pudo con las adicciones y terminó metido en un gran número de problemas e incluso fue denunciado por violencia doméstica.
Fredy Guarín encontró el consuelo en la religión
Hace unas semanas, el jugador colombiano compartió en sus redes sociales que se sentía muy apenado, confesando sus pecados y excesos en un video, situación que sorprendió a todos sus seguidores.
“De un tiempo para acá mi vida está cambiando enormemente, estas lágrimas que ven en la foto son de un hombre lleno de vicios, errores, pecados y muchas cosas más”, explicó en su momento.
No obstante, señaló que en la religión ha encontrado el consuelo que tanto necesitaba y asegura que él está en un proceso de sanación espiritual, misma que le ha cambiado la vida.
