Una madre y su hija se disfrazaron de dinosaurio para abrazar a sus abuelos después de 12 meses sin poder verse.
Becky Stevens, de 40 años, y su hija Esme, de 8, invitaron a los padres de Becky a su jardín para celebrar un encuentro con sana distancia tras el levantamiento de las restricciones que impedían las reuniones al aire libre entre dos grupos de convivencia distintos.
Ellas decidieron sorprender a John Buddell, de 70 años, y Penny Buddell, de 69, con los trajes jurásicos mientras el padre de Esme, Dan Stevens, grababa su reacción.
El objetivo de todo esto era crear una barrera física que permitiera disfrutar de un abrazo a prueba de Covid tras un año sin contacto alguno.